4 hábitos saludables para una piel radiante
¡Hola guapas! A veces, a base de pequeños gestos repetidos día a día, se consiguen verdaderas revoluciones con resultados muy visibles. Los hábitos de vida saludables, influyen a demás de en nuestro bienestar y en la salud de nuestro organismo, en nuestra belleza. La apariencia o textura de la piel, el brillo del pelo o el fortalecimiento de nuestras pestañas o uñas, son algunos de los aspectos en los que estos hábitos se suelen reflejar.
Centrándonos en la piel, poco a poco, se ponen de moda y se establecen (¡con resultados demostrados!) pequeños hábitos que, llevados a cabo día a día, suelen ser beneficiosos para su apariencia y para su salud. Hoy te traemos 3 ejemplos de estos hábitos. Misión: una piel radiante (por dentro y por fuera). ¡Toma nota!
1. Tomar agua tibia con limón y miel cada mañana:
Si cada mañana tomas agua tibia con limón y miel en ayunas, a la larga conseguirás, con un pequeño gesto, múltiples beneficios para tu salud (disminuir el riesgo de infecciones urinarias, reforzar el sistema inmunitario, equilibrar el pH de tu organismo o suavizar la garganta cuando la tengas irritada) y en concreto, una piel más bella. Y es que la vitamina C que contiene el limón, favorece la producción de colágeno lo que, como sabrás, mejora la calidad de la piel, combate los granitos y previene tanto la sequedad como el envejecimiento prematuro.
2. Usar protector solar todos los días:
… Y no sólo en verano. Para evitar los daños que las radiaciones solares provocan en la piel, es importante utilizar diariamente protector solar contra los rayos UVA y UVB. Hacerlo, hará que nuestro cutis luzca más saludable con el paso del tiempo y además, es una buena forma de prevenir la aparición de manchas y arruguitas.
3. Dormir bien:
Por la noche, la piel empieza su proceso de regeneración. Es por eso muy importante, irse a dormir con la piel bien limpia y además, fomentar la regeneración de la piel con mascarillas hidratantes o antioxidantes. Además, el descanso en general es importante para la buena salud, no sólo de la piel, sino del resto de nuestro organismo.
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4. Proteger tu piel de la polución y el humo del tabaco:
Tanto la contaminación ambiental como el humo del tabaco, son enemigos claros de la piel. Ambos factores alteran la producción y absorción de oxígeno e impiden a la piel “respirar”. Además, favorecen el envejecimiento de los tejidos cutáneos y hacen que el aspecto de la piel se torne apagado. En los casos de las pieles sensibles, también favorecen la sequedad y las irritaciones.
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